Como Dirección Comunal Electa de la Juventud Socialista de Ñuñoa queremos expresar nuestra posición respecto a las pasadas elecciones nacionales de nuestra Juventud.
Hemos visto con algo de sorpresa, algunos, un dejo de vergüenza, otros, e indignación, la gran mayoría, que nuestra JS salga en la prensa escrita durante las últimas semanas. Indignación, sí, porque no es nuestro discurso ni nuestra acción política decidida y clara respecto a la defensa y avance de los intereses de las y los jóvenes, las y los trabajadores y, en general, de todos aquellos que sufren en carne propia la explotación aquello que nos lleva a figurar en diversos medios. Es por denuncias de fraude en diversas localidades, quiebres en el TRICEL e, incluso, dos presidentes nombrados que nos estamos haciendo “famosos”.
Linda fama.
Aparte de que, en este proceso electoral, la participación de la militancia fue tan baja que da pena, los pocos votos que sí fueron emitidos han sido puestos en cuestión por la conducta de personas que de “puros y sinceros” parece que les queda poco. Por otro lado, a menos que uno pregunte y escarbe por todos lados, información clara respecto a la situación actual casi no existe.
¿Qué nos pasó? ¿Cómo tenemos la cara de llamarnos “hijos de Carlos Lorca”? ¿Es tan importante una elección como para que suceda todo lo que ha sucedido? Y si lo es ¿por qué es tan importante? ¿Se decide acá una nueva línea estratégica para hacer socialismo? Nos van a disculpar pero creemos que no. No tenemos hoy la cara para llamarnos “hijos de Carlos Lorca” y, con suerte, podemos decirnos socialistas. Si no nos creen, pregúntenle a un secundario en lucha contra la educación de mercado, pregúntenle a una trabajadora, pregúntenle a todas y todos aquellos militantes que decidieron irse “pa’ la casa” durante los últimos años.
Es hora de que empecemos a abrir los ojos –y las cabezas- y que nos demos cuenta de que estamos en el camino equivocado. Hemos perdido la confianza del pueblo, de los jóvenes, nos hemos alejado de nuestro objetivo, actuar como instrumento de transformación de la sociedad, y nos hemos convertido en una máquina electoral obcecada por el “poder” y los puestos. Las luchas están allá afuera, todos los días, y con la excepción honrosa de algunos militantes y de algunos comunales, NO ESTAMOS HACIENDO NADA AL RESPECTO.
Creemos que es el momento de despertar, de despercudirnos, de sacar las cabezas de la tierra y mirar la realidad. Luego, aquellas y aquellos que tengan la valentía de hacerlo, debemos CAMBIAR LA REALIDAD. De eso se trata, de asumir que somos JÓVENES y SOCIALISTAS, que somos TRANSFORMADORES DE LA SOCIEDAD.
Nosotros, como Comunal Ñuñoa, los desafiamos a eso, a DESPERTAR y a ACTUAR, a poner todo nuestro seso y nuestro músculo en hacer de Chile –y por qué no, el mundo- un lugar DECENTE para todas y todos por igual.
Leonardo Salinas
Hemos visto con algo de sorpresa, algunos, un dejo de vergüenza, otros, e indignación, la gran mayoría, que nuestra JS salga en la prensa escrita durante las últimas semanas. Indignación, sí, porque no es nuestro discurso ni nuestra acción política decidida y clara respecto a la defensa y avance de los intereses de las y los jóvenes, las y los trabajadores y, en general, de todos aquellos que sufren en carne propia la explotación aquello que nos lleva a figurar en diversos medios. Es por denuncias de fraude en diversas localidades, quiebres en el TRICEL e, incluso, dos presidentes nombrados que nos estamos haciendo “famosos”.
Linda fama.
Aparte de que, en este proceso electoral, la participación de la militancia fue tan baja que da pena, los pocos votos que sí fueron emitidos han sido puestos en cuestión por la conducta de personas que de “puros y sinceros” parece que les queda poco. Por otro lado, a menos que uno pregunte y escarbe por todos lados, información clara respecto a la situación actual casi no existe.
¿Qué nos pasó? ¿Cómo tenemos la cara de llamarnos “hijos de Carlos Lorca”? ¿Es tan importante una elección como para que suceda todo lo que ha sucedido? Y si lo es ¿por qué es tan importante? ¿Se decide acá una nueva línea estratégica para hacer socialismo? Nos van a disculpar pero creemos que no. No tenemos hoy la cara para llamarnos “hijos de Carlos Lorca” y, con suerte, podemos decirnos socialistas. Si no nos creen, pregúntenle a un secundario en lucha contra la educación de mercado, pregúntenle a una trabajadora, pregúntenle a todas y todos aquellos militantes que decidieron irse “pa’ la casa” durante los últimos años.
Es hora de que empecemos a abrir los ojos –y las cabezas- y que nos demos cuenta de que estamos en el camino equivocado. Hemos perdido la confianza del pueblo, de los jóvenes, nos hemos alejado de nuestro objetivo, actuar como instrumento de transformación de la sociedad, y nos hemos convertido en una máquina electoral obcecada por el “poder” y los puestos. Las luchas están allá afuera, todos los días, y con la excepción honrosa de algunos militantes y de algunos comunales, NO ESTAMOS HACIENDO NADA AL RESPECTO.
Creemos que es el momento de despertar, de despercudirnos, de sacar las cabezas de la tierra y mirar la realidad. Luego, aquellas y aquellos que tengan la valentía de hacerlo, debemos CAMBIAR LA REALIDAD. De eso se trata, de asumir que somos JÓVENES y SOCIALISTAS, que somos TRANSFORMADORES DE LA SOCIEDAD.
Nosotros, como Comunal Ñuñoa, los desafiamos a eso, a DESPERTAR y a ACTUAR, a poner todo nuestro seso y nuestro músculo en hacer de Chile –y por qué no, el mundo- un lugar DECENTE para todas y todos por igual.
Leonardo Salinas
Claudia Herrera
Juan Eduardo Furche
Marjorie Jordá
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